Hoy es el día de noche vieja y como buena amante del cliché
quiero aprovechar para romper algunas cadenas. Creo que al igual que en navidad se ha colado algo de
nostalgia por debajo del umbral, pero se que no es algo que no pueda soportar.
Oh, 2018…
Debo admitir que me pesa un poco el ver tu agonía, me
entristece tu partida, pero quiero que te marches con todo lo que ha venido
contigo. Si te apetece, puedes dejarme las risas, si tú quieres déjame aquel
cálido abrazo y los buenos momentos. Si te apetece, si no es así puedes
llevártelo, no haré ningún berrinche.
¿Sabes? Te aposté mucho y conseguí poco. Te aposté incluso
más que a mi misma obteniendo solo mal por ello, pero esta vez quiero que sea
diferente. Creí que contigo vendría mi amado, que obtendría, aunque sea un poco
de lo soñado, pero me cambiaste drásticamente los planes. Te llevaste a algunas
personas sin permitirme asimilarlo, me hiciste despertar de golpe y vaya que me
costó demasiado. Me hiciste besar la lona, me dejaste sintiéndome sola, con
cosas que quizá eran solo de joda.
Me rompiste sin miramientos, pero hoy tan solo quiero
agradecerte por ello. Gracias 2018 por ser todo lo que no esperaba, gracias por
sacarme tantas lágrimas. Gracias porque me has dolido, gracias porque ahora
quiero cambiar de camino. Porque hoy siento haber entendido la importancia de
amarme, de cuidarme. Porque hoy que te estoy despidiendo me doy cuenta que eras
necesario en mi libro, porque hoy no espero más que aquello que debe estar. Si,
pensé que te marcaría con una estrella dorada en la antología de mis años, pero
al final erré al esperar que contigo las cosas comenzarían a marchar.
No quiero herirte con mis palabras, incluso si tu pareces
haber roto cada uno de mis huesos.
No fue realmente tu culpa, fui yo la que no supo ser madura.
Porque contigo he tropezado mas de lo que me pudiese gustar, pero lo cierto es
que he aprendido y hoy solo quiero estar tranquila conmigo.
No se como
explicarlo, pero de alguna manera siento que te agradezco, incluso si no
comprendo.
Lo cierto es que no lo hago. No entiendo por qué lo has
arrancado de mi lado, no entiendo por qué muchas velas se han apagado o porque
muchas puertas se han cerrado. No entiendo por qué se han caído algunas
estrellas, no entiendo por qué se han cortado los hilos de tantos caminos…
Pero gracias porque se que me has dejado un presente.
Gracias porque incluso si no es muy grande guardaré bien esta esperanza que has
escondido entre mis piezas. Gracias porque se que es un dos por uno, que la fe
viene incluida a ella.
Gracias porque siento que me conozco un poco mejor mientras
recojo mis partes, gracias porque puedo apreciar mejor que nunca en esta
oscuridad, gracias porque ya no tengo miedo de lo que vaya a pasar. Gracias por
lo que he perdido que se ha llevado el temor de no saber mantenerlo, gracias
por lo poco (a mis ojos mucho) que ahora tengo. Gracias porque me haces iniciar
de nuevo, gracias porque se que lo que ahora dejas me hará más fuerte, gracias
porque te vas con mi suerte.
Se que pudo ser mejor. Se que sí, pero en gran parte de ello
quien lo arruinó fui yo y creo que al final, ni siquiera me arrepiento, pues debajo
de la maleza he encontrado nuevos sueños que apenas se están asomando, que apenas
van brotando.
No se que venga con ese ultimo año joven, no se como
empecemos o como terminemos, pero no tengas miedo, te recordaré.
No soy rencorosa, olvidaré lo malo y de ti solo contaré lo
bueno. Ya sé que no volveremos a vernos, pero verás que seré mejor de cómo me
has conocido. Se que no nos volveremos a encontrar, pero te adelanto que dentro
de un tiempo dejaré mi capullo y el miedo solo será un murmullo. Te adelanto
también que voy a conseguir levantarme, que un día de estos lo de antaño ya no
va a lastimarme porque aprenderé a amarme. Te adelanto que a partir de ahora
quiero cuidarme, que voy a encontrar nuevos sueños, que voy a verme tocando el
cielo.
Ya no podré quedarme contigo, pero si voy a hacerlo conmigo.
Lucharé hasta que logre ser todo aquello que quiero, que tendré unas alas
bellas pero que no perderé el piso. Que haré de mi corazón un lugar mejor, que
incluso si me equivoco voy a ganarme, porque estaré primero que nadie.
Adiós a tus dos milenios, adiós a tu decena y a tus ocho
unidades. Adiós a todo lo que de ti me quema, adiós a tu presencia que me
impidió ser una estrella.
Adiós 2018, ya me levantaré de a poco.